Le sonrío al espejo, intentando convencerme a mí misma de que todo irá bien y me derrumbo otra vez. Y lloro, allí donde nadie puede verme, donde me permito ese momento de debilidad, el único lugar en el que tan solo yo soy consciente de lo débil que soy en realidad. Y me odio, por llorar, por mis errores, por encerrarme en mi mundo, por sentirme sola, por saber que soy mi peor enemiga. Porque me doy cuenta de que ya no puedo más, de que todo consigue rebasarme. De que una simple y pequeña sonrisa mía, no sirve para enfrentarme al mundo, que no soy capaz de impedir que este pueda conmigo. Joder, ¿por qué es tan difícil ser feliz? ¿Por qué todo parece intentar esquivarme? Preguntas sin respuesta que me atormentan día a día. Y estoy cansada de que todo siga así, de que nada cambie, de que parezca sentir estancada en el mismo sitio. En aquel en el que todo empezó a ir mal. Desde aquella ha sido un error tras otro, y ya no sé como arreglarlo.Y no paro de pensar en que es algo que ya no va a encontrar solución.
Y en contradicción a todo esto, esta mi presentimiento, a cada instante un poquito más fuerte y no sé qué puede significar. Ahora mismo nada parece tener lógica. No entiendo ni mi propio mundo. ¿Y si yo no lo hago quién lo hará? ¿Alguna vez llegará ese giro inesperado?